Historia del Ballet en Venezuela

Historia del Ballet en Venezuela

La historia del Ballet en Venezuela puede comenzar a narrarse desde comienzos del siglo pasado.

Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez sucedieron algunos eventos que fueron determinantes para el desarrollo de este arte en nuestro país. El más importante de ellos es sin duda la visita de Anna Pavlova, una de las máximas estrellas del ballet ruso, proveniente de los Ballets Imperiales del Teatro Marinsky de San Petersburgo y los Ballets Rusos de Sergio Diaghilev. Pavlova visitó los escenarios del Teatro Municipal de Caracas y del Teatro Municipal de Puerto Cabello en el año de 1917, dejando una grata impresión en selecto público nacional.

Otro evento importante en esta época fue la llegada de algunos profesores extranjeros y su asentamiento en Venezuela que, aunque ninguno haya alcanzado establecer una escuela con carácter profesional, al menos iniciaron a algunas niñas de las élites sociales en esta incipiente disciplina.

La primera profesora en llegar a Venezuela fue Gally de Mamay, formada en los Ballets Rusos de Serge Diaghilev, en 1930. A ella le siguieron Basil Iston Dimitri en 1934 (hijo de rusos y formado en Estados Unidos con los maestros Ruth Saint-Denis y Von Laban) y Steffy Sthäl de Austria en 1936.

Sin embargo, el verdadero desarrollo de la historia del ballet en Venezuela comienza una vez que concluye la dictadura de Juan Vicente Gómez. Este hecho permitió que se abrieran las puertas a las influencias extranjeras, incluyendo las del campo de las artes.

Durante la década de los años cuarenta, el público venezolano comienza a tener mayor acceso a espectáculos de los mejores ballets del mundo y su influencia formativa, así como también la permanencia de más artistas en nuestro país.

Entre estos figuraban: El Ballet de Kurt Jooss, precursor de la danza expresionista alemana; el American Ballet; los Ballets Rusos de Montecarlo; el Ballet Page- Stone; el Ballet Ruso del Coronel de Basil; la pareja de bailarines internacionales Alicia Markova y Anton Dolin; las Estrellas del Ballet de la Ópera de París; Alicia Alonso e Igor Youskevicht y posteriormente el Ballet Follie Bergere de París.

Comienza la historia del ballet en Venezuela

Con la visita del Ballet Ruso del Coronel de Basil, se da por inaugurado un proyecto pedagógico de gran importancia que asentaría miras a la profesionalización del ballet en nuestro país. Dicho proyecto se trata de la Cátedra de Ballet del Liceo Andrés Bello a cargo de los bailarines Henry y Luz Thompson. La importancia de esta cátedra es que fue el primer espacio para la instrucción y la difusión del ballet clásico en nuestro país. Fue una actividad extracurricular de un conocido centro de estudios oficial de educación media en Caracas, del cuál emergerían los primeros bailarines profesionales.

Entre los alumnos que se formaron en esta Cátedra de Ballet emergieron importantes figuras como Vicente Nebrada, Margot e Irma Contreras, Belén Núñez, Graciela Henríquez, Tulio de la Rosa e Ileana y Elsa Recagno, quienes tuvieron acceso al ámbito profesional, y trascendieron a una segunda etapa de la cual surgiría el Club del Ballet, también a cargo de la pareja de los Thompson.

Nace la Escuela Nacional de Ballet

Ya para finales de esa década se habían intentado establecer difícilmente dos escuelas más de danza clásica, demostrando la intención de algunas figuras venezolanas y extranjeras por profesionalizar el ballet en nuestro país, aunque la primera con menos éxito que la segunda, ubicada en el Ateneo de Caracas a cargo de Ruth Morales, alumna de Belén Álamo y Steffy Sthäl. La segunda, fue la Escuela Nacional de Ballet, bajo la dirección de Nena Coronil, discípula de Gally Mamay y Dmitri y Steffy Stahl. Allí impartieron clases maestros internacionales como Lila Nikolska (proveniente de rusia), Henry Danton (Inglés), Miro Shemelensky (Ballet de la Ópera de Praga) y José Parés (Ballet Alicia Alonso de Cuba).

En cuanto al interior del país, Nina Nikanorova, bailarina rusa, se establecería en 1947 en la ciudad de Valencia en el estado Carabobo, donde al año siguiente funda la Escuela de Ballet de la Gobernación del Estado Carabobo, iniciando así una destacable formación educativa como maestra de ballet en el ámbito público, dentro de una institución que continúa funcionando hoy en día. También Taormina Guevara, quién fuera una de las primeras bailarinas venezolanas en viajar al exterior, ejercerá una importante labor docente en la ciudad de Barquisimeto, fundando en 1949 la Escuela de Ballet Taormina Guevara, de donde surgirá el Ballet Barquisimetano.

A la ciudad de Maracaibo, en 1950, llega de Ucrania la bailarina Irene Levandovsky, alumna de la reconocida Tamara Karsavina, y establece una escuela privada. Su labor luego será continuada por la holandesa Sonja Köster, dando frutos en el Ballet de Maracaibo, en las manos de su alumna Shasha Gosic y Nedo Voykich, ambos provenientes de Yugoslavia.

En 1953 la Escuela Nacional de Ballet inicia un pionero proyecto artístico con la primera generación de bailarines formados en nuestro país: el Ballet Nena Coronil, compuesto principalmente por los ya mencionados Vicente Nebrada, Graciela Henríquez e Irma Contreras, además de otras figuras como Belén Lobo, Maruja Leiva, Alfredo Pietri, Vicente Abad, Tulio de la Rosa y Domingo Renault. Sin embargo tres años después, agobiada por la falta de recursos, Coronil decide cerrar sus puertas.

Un hecho importante de destacar en la historia del ballet en Venezuela, es que el luego celebrado coreógrafo Vicente Nebrada tuvo la oportunidad con esta agrupación, de mostrar sus primeros trabajos: Chopiniana, Concierto en Varsovia y la reposición de Las Sílfides. De hecho, es con esta última pieza que el Ballet Nena Coronil inaugura la televisión pública venezolana, con la primera transmisión del canal Radio Caracas Televisión, ese mismo año.

Nace la Academia Interamericana de Ballet

El cese de actividades de la Escuela Nacional de Ballet, dio paso a la Academia Interamericana de Ballet, un importante proyecto a nivel educativo en la historia del ballet en Venezuela, que se origina en 1955 gracias a su promotora Margot Contreras, y que servirá para que varias generaciones de intérpretes solidificaran su vocación artística en manos de profesoras como Irma Contreras, Maruja Leiva e Inés Mariño. Entre sus alumnos destacan la renombrada Zhandra Rodríguez, Fanny Montiel, Everest Mayora, Hercilia Lopez, Eva Millán, Marianela Machado y Adriana
Suárez.

Bajo la iniciativa de las hermanas Contreras surgió primeramente el Ballet Interamericano, que solo alcanzó existencia por poco más de un año, pero que dio paso al nacimiento del Ballet Nacional de Venezuela, en 1957, con la conducción de Irma Contreras.

Con este proyecto, Venezuela vio la realización de la primera compañía de ballet a nivel profesional; formación al más alto nivel profesional conocido hasta entonces, dinámica proyección y constante estímulo a la creación, caracterizaron la trayectoria del Ballet Nacional de Venezuela, que se extendió hasta 1980. Dicho ballet, así como también la academia que daba formación a sus bailarines fueron de gran importancia en el desarrollo e institucionalización del ballet en Venezuela y sus frutos fueron observables por
más de veinte años (1957-1980).

Durante la década de los cincuenta, precisamente, se dio la llegada a Venezuela de la profesora Lidija Franklin, bailarina letona ex integrante de los elencos de Kurt Jooss y Agnes de Mille Dance Theatre, quién se destacó por una extensa y fructífera labor educativa que realizara desde el momento mismo de su llegada. Junto a ella podemos nombrar, el establecimiento, en años sucesivos, de otros profesores y escuelas de gran importancia en la historia del ballet en Venezuela: la maestra rusa Natalia Stavrovich de Bodisco en Maracay; la Escuela de Ballet de la Universidad de Los Andes en la ciudad de Mérida, bajo la dirección de Taormina y Victoria Guevara; Elsa Capeletti en Maracay; Ana Blumb y Alfonso Muñoz en Maracaibo; Grazyna Yeropunov y finalmente Nina Novak, quién también ejercerá una importante labor formativa en su escuela privada en Caracas y de donde surgirá el Ballet Clásico Venezolano Nina Novak.

Otras agrupaciones e instituciones de importancia, que han contribuido al desarrollo de la historia del ballet en Venezuela son: Ballet Contemporáneo de Cámara (1974), Ballet Internacional de Caracas (1975), Ballet Nacional de Caracas Teresa Carreño (1979), Ballet Metropolitano (1980), Ballet del Zulia (1981), Ballet Nuevo Mundo de Caracas (1981), Ballet Clásico de Cámara (1990), Ballet Clásico de Venezuela (1991), Ballet Nacional Juvenil de Venezuela (1991), Ballet Contemporáneo de Caracas (1993), Escuela Ballet de las Américas (1993), el Ballet Juvenil de Venezuela (1996) y Instituto Universitario de Danza (IUDANZA) (1996).

Con la creación de este último se establece el primer centro de formación de la danza con carácter de estudios académicos a nivel superior, ofertando licenciaturas en varias áreas especializadas de la danza, incluyendo docencia en danza clásica.

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Historia del Ballet en Venezuela comentarios en «2»

  1. Revisar la trayectoria de Elsa Recagno, Solista con el Ballet Rambert. Primera bailarina venezolana que se impone en el mundo internacional de la danza.

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